El 2022 fue un año difícil para el sector de las criptomonedas. Con el rápido crecimiento de los activos digitales hasta sus máximos históricos en 2021, los inversores estaban entusiasmados con lo que les deparaba el futuro. Pero, por desgracia, 2022 ha sido testigo de una buena dosis de incertidumbre y turbulencias, con una serie de importantes acontecimientos en el mercado que han provocado oscilaciones drásticas en los precios y han sumido al sector en el caos.
En este artículo, repasaremos algunos de los acontecimientos más destacados que se produjeron dentro de la industria de las criptomonedas y el blockchain en 2022.
El Criptoinvierno y la caída de los precios de las criptomonedas
Uno de los acontecimientos más significativos fue, sin duda, el llamado “Criptoinvierno” de 2022, en el que muchos criptoactivos perdieron valor, acabando con inversiones por valor de miles de millones de dólares.
¿Cómo sucedió? Desde principios de año, los precios de las criptomonedas empezaron a bajar rápidamente. La capitalización total del mercado de criptomonedas rondaba los 2 billones de dólares en los primeros días de enero y, a 7 de diciembre de 2022, su valor era de unos 800,000 millones de dólares. El mercado se redujo más de la mitad, y prácticamente todas las monedas digitales perdieron valor de forma drástica. El precio del Bitcoin se ha desplomado más de un 75%, pasando de 64,863 dólares el 12 de noviembre de 2021 a sólo 15,647 dólares el 22 de noviembre de 2022. Otras monedas siguieron la tendencia, con Ethereum cayendo alrededor de un 75% interanual y Ripple cayendo alrededor de un 70%.
¿A qué se debe? La mayoría de los expertos creen que este fuerte descenso puede atribuirse a muchos factores, como los desafíos macroeconómicos y geopolíticos que tuvieron lugar este año, el aumento de las tasas de interés de los principales bancos centrales del mundo y la mayor atención de los reguladores a la industria del blockchain. Y no sólo eso: el mercado de las criptomonedas también se ha visto afectado por una serie de escándalos y colapsos de gran repercusión que han agitado aún más el sector.
El colapso de Terra-Luna y sus consecuencias
El primer golpe masivo al mercado de criptomonedas fue el colapso de la stablecoin Terra USD y su token asociado, Luna.
El 7 de mayo, Terra USD sufrió una importante devaluación después de que un gran swap causara un desequilibrio en su fondo de liquidez, lo que provocó retiradas masivas de tokens UST de los centros de intercambio.
La idea principal detrás de las stablecoins es que deben ser inmunes a las oscilaciones de precios, tener siempre un valor igual a 1 dólar estadounidense y ser una especie de refugio seguro frente a la volatilidad de otros criptoactivos. Sin embargo, Terra stablecoin se desplomó, lo que empujó los precios por debajo de 0,01 dólares mientras los criptoinversores intentaban salvar su dinero.
Las consecuencias de este suceso fueron graves: el mercado de las criptomonedas experimentó su primer desplome importante de precios, con una caída del Bitcoin de más del 25% en una semana. Algunos destacados fondos de criptomonedas, como Three Arrows Capital, quebraron tras el colapso. Además, muchos proyectos de criptomonedas se vieron afectados y sucumbieron a la presión del mercado.
La quiebra de FTX y el consiguiente caos del mercado
El segundo gran escándalo de 2022 fue la quiebra de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más populares del sector.
En noviembre se produjeron una serie de revelaciones sobre FTX que despertaron la inquietud de los inversores: se reveló que la plataforma de intercambio FTX tenía fuertes vínculos con la empresa de trading Alameda Research, fundada por el CEO de FTX, Sam-Bankman Fried, y que el token nativo de FTX (FTT) se estaba utilizando como garantía para Alameda. También resultó que FTX estaba utilizando el dinero de los clientes para tapar agujeros presupuestarios. Esto llevó a los inversores a empezar a hacerse preguntas sobre la integridad de la plataforma y sus operaciones.
Después de que el CEO de Binance, Changpeng Zhao, anunciara que su plataforma liquidaría todas sus tenencias de FTT, el token FTX comenzó un pronunciado declive. Esto provocó importantes retiradas de FTX, causando problemas de liquidez en la plataforma y, en última instancia, provocando el colapso de FTX. La deuda estimada de FTX oscila ahora entre 10,000 y 50,000 millones de dólares con sus antiguos socios y clientes.
El caos del mercado que siguió a la quiebra de FTX fue inmenso. Muchos inversores perdieron su dinero, lo que desencadenó una enorme liquidación en todo el mercado de criptomonedas. Como resultado, la mayoría de los activos digitales cayeron a niveles no vistos desde 2019-2020, con Bitcoin cayendo a casi $16,000. Varios grandes actores del mercado quebraron, como BlockFi, y algunos otros tuvieron grandes problemas, como Galaxy Digital. Casi todas las grandes plataformas de intercambio centralizadas vieron una salida significativa de los fondos de los clientes. Muchos operadores empezaron a buscar soluciones más descentralizadas, y la industria DeFi recibió su impulso.
También se han puesto de moda las auditorías de “Prueba de Reservas”: muchas bolsas de criptomonedas publican ahora documentos para ofrecer a sus usuarios una mayor garantía y transparencia de que las inversiones están respaldadas por los activos que afirman poseer.
Los sectores DeFi y de las NFT sufren un duro golpe
Los mercados que supuestamente iban a ser los salvadores de las criptomonedas -los sectores DeFi y NFT- también sufrieron un duro golpe en 2022.
El sector DeFi se ha visto especialmente afectado este año. Tras su impresionante racha alcista en 2020 y 2021, el sector empezó a decaer a principios de 2022 debido al mayor escrutinio normativo y al caos general del mercado. El sector DeFi, que una vez ocupó los primeros puestos en las inversiones de capital riesgo, perdió casi el 75% de su capitalización de mercado en más de tres meses esta primavera, como se desprende del informe de GoinGecko del tercer trimestre de 2022. Los nuevos proyectos tenían dificultades para obtener financiación, ya que los inversores institucionales empezaron a buscar opciones más seguras.
El sector de las NFT también ha registrado un descenso de la actividad y los precios a lo largo de este año. El auge del sector se produjo en 2021, cuando experimentó un crecimiento increíble, pero desde entonces, el mercado ha estado luchando por mantenerse a flote. El sentimiento bajista que afecta al mercado de criptomonedas en general también está teniendo un efecto en las NFT, ya que los inversores están vendiendo sus activos para evitar pérdidas.
Sin embargo, tanto la DeFi como las NFT siguen siendo prometedoras para el futuro de las criptoinversiones y del sector en su conjunto. A pesar de los desafíos, muchos proyectos siguen avanzando en el desarrollo de sus protocolos y productos, y es probable que la industria siga viendo mucha actividad en estos sectores en los próximos años.
La fusión de Ethereum
La fusión de Ethereum, un acontecimiento importante en el mundo de las criptomonedas este año, trajo consigo toda una serie de nuevas oportunidades para quienes se dedican a las criptomonedas. La red experimentó una gran actualización, pasando de su algoritmo proof-of-work a un mecanismo de consenso proof-of-stake. Ethereum debería consumir ahora un 99,9% menos de energía y ser mucho más seguro.
La fusión de Ethereum llevó a Ethereum 2.0, una actualización que introduce en la red funciones de fragmentación, escalabilidad y mayor privacidad, lo que probablemente aumentará su utilidad en un futuro próximo.
Regulaciones y mayor participación institucional
Debido a la creciente popularidad de los activos digitales y su tecnología subyacente, los gobiernos de todo el mundo empezaron a prestarles más atención.
Muchos países de todo el mundo han empezado a introducir leyes que regulan el uso de los activos digitales, incluidas sus implicaciones fiscales.
Por ejemplo, en 2022, Estados Unidos anunció un nuevo marco que otorgaba autoridad adicional a las agencias reguladoras del mercado, como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC), en relación con los mercados financieros y el mercado de criptomonedas en particular. Los reguladores de otros países tampoco se quedan atrás.
La postura de la SEC respecto a las criptomonedas parece endurecerse, como demuestra su reciente demanda contra Ripple y sus ataques a grandes plataformas como Coinbase y Binance. Su presidente, Gary Gensler, se ha referido al sector como el “Salvaje Oeste”, haciendo hincapié en la protección del inversor, lo que sugiere que las criptodivisas podrían acabar clasificándose como valores en el futuro. El colapso del FTX también contribuyó al sentimiento general de desconfianza hacia las criptomonedas por parte de las autoridades.
Sin embargo, los gobiernos también están tomando nota de las ventajas de la tecnología blockchain, ya que muchos países están desarrollando y probando activamente monedas digitales de bancos centrales (CBDC). Además, muchos grandes bancos e instituciones han empezado a colaborar cada vez más con empresas de criptomonedas para crear una mejor infraestructura de transacciones mediante la aplicación de la tecnología blockchain y de la tecnología de contabilidad distribuida.
¿Qué vendrá después?
Es difícil decirlo, pero el sector de las criptomonedas seguramente ha aprendido la lección de los acontecimientos de este año y ahora está más preparado para afrontar lo que venga. Los líderes del mercado están buscando formas de hacer que las criptomonedas sean más estables y seguras para contrarrestar cualquier riesgo potencial. Las regulaciones también se han vuelto más estrictas, y los gobiernos de todo el mundo están tomando medidas para proteger a los inversores y combatir las actividades ilícitas.
No cabe duda de que el blockchain es el futuro de las finanzas y, sin duda, tendrá implicaciones de gran alcance para la economía mundial. El sector aún está en pañales, por lo que tiene que superar muchos retos.
