A medida que crece la adopción de las criptomonedas, las empresas que gestionan grandes carteras de activos digitales se enfrentan a desafíos complejos que exigen soluciones seguras y eficientes. Administrar fondos sustanciales en múltiples carteras y, al mismo tiempo, cumplir con los estándares regulatorios no es poca cosa. Los riesgos, las ineficiencias y la falta de herramientas especializadas suelen dejar a las empresas vulnerables.