La economía monetaria ha sido extremadamente desafiante en cualquier forma. Incluso los sistemas de oferta monetaria más pequeños y simples experimentan desafíos colosales a la hora de estabilizar los tipos de cambio monetario y el poder adquisitivo dentro de la economía. Naturalmente, el mundo de las criptomonedas compartió el mismo problema desde el principio, al darse cuenta de que cada moneda requiere prácticas económicas firmes y bien pensadas para estabilizar la moneda.
Hoy en día, esta parte del campo de las criptomonedas se llama tokenomics y divide de manera efectiva el mercado de las criptomonedas en dos subtipos: criptomonedas inflacionarias y deflacionarias. En este artículo hablaremos sobre el funcionamiento interno de ambas estrategias y determinaremos si el enfoque de la tokenomics deflacionaria es realmente la mejor opción.
Aspectos clave
- Las estrategias inflacionarias y deflacionarias son dos aspectos esenciales de la tokenomics en criptomonedas.
- La estrategia inflacionaria está diseñada para fomentar el trading y la estrategia deflacionaria está diseñada para incentivar la tenencia de criptoactivos.
- Los proyectos criptográficos utilizan un método deflacionario que tiene como objetivo transformar sus monedas en activos de inversión lucrativos.
¿Qué es Tokenomics en Criptomonedas?
Para comprender verdaderamente la naturaleza de las criptomonedas deflacionarias e inflacionarias, primero debemos comprender el concepto de tokenomics y su valor crítico dentro del ámbito criptográfico. Tokenomics es un campo joven creado poco después del surgimiento de las criptomonedas. Gobierna y define prácticamente todos los aspectos de la economía de los tokens, desde el suministro, la utilidad y los medios de distribución de los tokens, hasta la preservación del valor a largo plazo.
Tokenomics es vital para cada proyecto criptográfico, ya que determina los incentivos y los factores que impulsan la demanda detrás de cada moneda emitida. Tokenomics dicta las posibles recompensas por hacer staking, el alcance de los rendimientos, los mecanismos de quema de tokens, las limitaciones oferta versus oferta ilimitada y los cronogramas de asignación. Estas variables determinan la demanda del token, ya que cada una impulsa los valores directos e indirectos detrás de cada criptomoneda.
Cada creador de criptomonedas enfatiza diferentes aspectos de las utilidades de las criptomonedas. Algunos proyectos ponen todo su esfuerzo en proporcionar amplias recompensas de participación, mientras que otros priorizan la distribución a largo plazo o los métodos de quema. No existe un plan objetivo para crear una moneda digital de gran demanda, ya que intervienen numerosos factores internos y externos.
Criptomonedas Inflacionarias y Deflacionarias
Las variaciones inflacionarias y deflacionarias de las criptomonedas son significativas en tokenomics. Estos subtipos determinan cómo los criptotokens se distribuyen en el mercado y si ofrecen una oferta creciente o decreciente de monedas. Ambos métodos tienen sus ventajas y deben considerarse por igual al crear un proyecto de criptomonedas nuevo. Pero primero, conozcamos la distinción entre los dos términos económicos.
Diferencia entre inflación y deflación en la economía tradicional
La inflación generalmente hae referencia a un aumento de la oferta monetaria relacionada con los productos respectivos dentro de una economía aislada. La deflación es el fenómeno opuesto, donde los precios de bienes y servicios caen debido a diferentes factores. Por ejemplo, supongamos que un país X, produce sólo diez automóviles al año. La oferta monetaria total en el país X es de 100.000 dólares.
Por lo tanto, cada automóvil vale actualmente 10.000 $. Si la oferta monetaria aumenta a 150.000 dólares, el precio unitario del automóvil se disparará a 15.000 $. Si sucede lo contrario y la oferta monetaria fija total baja a 50.000 dólares, entonces cada automóvil valdrá sólo 5.000 $. El primer escenario describe la inflación y el segundo ilustra la deflación.
Tanto la inflación como la deflación pueden ser buenas o malas, dependiendo de las circunstancias. Sin embargo, ambos movimientos económicos se consideran perjudiciales a largo plazo, ya que los precios justos de mercado son siempre la mejor opción para la salud de la economía local e internacional. La inflación rápida es mayormente mala porque disminuye el poder adquisitivo y detiene el progreso económico, mientras que la deflación rápida conduce al desempleo, una disminución del gasto y otros efectos adversos. Por tanto, la moderación es fundamental en este caso.
El Enfoque Inflacionario en las Criptomonedas
El principio inflacionario de los proyectos criptográficos no se diferencia del concepto clásico de inflación, que presenta una oferta de tokens que aumenta gradualmente. Los proyectos inflacionarios tienen un suministro máximo fijo de tokens o una distribución de tokens totalmente ilimitada. Ambos enfoques tienen sus ventajas, aunque es cierto que un suministro fijo es mucho más sencillo de controlar en cuanto al valor simbólico. Después de todo, no es fácil preservar el valor de algo ilimitado.
Los proyectos inflacionarios en su mayoría aumentan sistemáticamente el volumen de distribución de sus respectivos tokens. Esto se puede lograr aumentando directamente las cantidades de suministro o afectando indirectamente las recompensas de minería o staking. Esta última estrategia incentiva a los mineros y validadores a aumentar sus esfuerzos y facilitar un mayor volumen de creación de tokens.
Las estrategias inflacionarias se emplean principalmente en proyectos que se centran en ofertas de pagos peer-to-peer u otros servicios relacionados con transacciones. Los tokens de criptomonedas inflacionarios no requieren altas tarifas de transacción, ya que no dependen de los servicios de mineros o stakers. Por lo tanto, son una elección perfecta como solución de pago diaria.
El método Deflacionario en las Criptomonedas
Por otro lado, los proyectos deflacionarios de criptomonedas emplean varios métodos para aumentar el valor de sus tokens con el tiempo. Hay varias formas de provocar una deflación gradual. Un buen ejemplo es el procedimiento de quema, que deja fuera de circulación varias criptomonedas. El proceso de quema o burning es bastante sencillo en la práctica. Los creadores de proyectos criptográficos simplemente distribuyen una parte de su suministro total a direcciones criptográficas sin salida que están perpetuamente cifradas para todos.
Por lo tanto, los tokens “quemados” ya no existen en circulación. Naturalmente, los propietarios de criptomonedas reciben una compensación adecuada a cambio de sus monedas quemadas.
Otro método común es el halving, que consiste en varias formas de desmotivar a los mineros o a los stakers para que creen nuevos tokens criptográficos. Por ejemplo, la moneda Bitcoin tiene un procedimiento de halving que reduce las recompensas mineras de los tokens Bitcoin cada cuatro años.
Para visualizar este proceso, imaginemos que Bitcoin actualmente proporciona 100 $ a los mineros de criptomonedas por cada bloque criptográfico producido. El procedimiento de halving o reducción a la mitad cada cuatro años reducirá el incentivo de 100 dólares a 50 dólares. Aunque este cambio no afecta linealmente a la producción de Bitcoin, es altamente proporcional a la disminución de la oferta.
Existen formas adicionales de garantizar la deflación gradual de los tokens de criptomonedas, pero los métodos descritos anteriormente son, con diferencia, los más populares del mercado. El objetivo principal de las estrategias deflacionarias es garantizar que el precio de los tokens criptográficos aumente de manera confiable y constante en el futuro. Como resultado, los inversores estarán más motivados para comprar y conservar estos tokens durante largos períodos de tiempo.
Diferencias Principales entre los Dos Sistemas
Aparte del hecho de que los mecanismos inflacionarios y deflacionarios son polos opuestos, existen varias distinciones clave entre ellos. Estas diferencias deben estudiarse cuidadosamente para comprender los efectos dominó de ambas estrategias de tokenomics. Conozcamos más información.
La oferta circulante
En primer lugar, la diferencia más evidente entre los dos métodos es su suministro circulante. Los tokens inflacionarios tienen suministros de monedas exponencialmente mayores o no tienen ningún límite. A los proyectos inflacionarios no les importan los precios ni la valoración general, ya que su objetivo es facilitar transacciones de criptomonedas rápidas y baratas en todo el mundo.
Por otro lado, los proyectos deflacionarios tienen que ver con el valor de sus monedas. Estos proyectos se esfuerzan por hacer que su moneda sea valiosa para facilitar una mayor demanda. Mientras que las monedas inflacionarias son un medio para lograr un fin, las monedas deflacionarias se consideran activos inherentemente valiosos. Ambos subtipos conducen a resultados de circulación diferentes. Los tokens inflacionarios son fáciles de encontrar y realizar transacciones con ellos en el mercado, mientras que las monedas deflacionarias son mucho más escasas y más difíciles de recuperar.
El poder adquisitivo y el valor
Otra distinción importante es el poder adquisitivo de ambos tipos de tokens. Los criptoactivos inflacionarios están diseñados para disminuir su valor gradualmente. Por lo tanto, conservar estos tokens para obtener beneficios no tiene sentido, ya que definitivamente valdrán menos a largo plazo. Entonces, las monedas inflacionarias están destinadas a comprarse y venderse para facilitar la compra de bienes y servicios en todo el mundo.
Por el contrario, los tokens deflacionarios están destinados a ser mantenidos y utilizados como materias primas, acciones y otros activos que se aprecian. Los tokens deflacionarios se pueden utilizar para comprar diversos bienes y servicios, pero su verdadero valor reside en su apreciación gradual y orquestada. Por lo tanto, el poder adquisitivo generalmente disminuirá con tokens inflacionarios y deflacionarios.
Sin embargo, el mercado de las criptomonedas ha sido testigo de algunas desviaciones extrañas de la regla descrita anteriormente. Algunas monedas inflacionarias pueden aumentar de valor debido al aumento de la demanda a pesar de su naturaleza inherente. Dogecoin es un ejemplo perfecto de este fenómeno. Por el contrario, no se garantiza que los tokens deflacionarios aumenten su valor, ya que tanto Bitcoin como Ethereum son deflacionarios y ambos han sufrido caídas dramáticas de precios en los últimos años.
Posibilidades de conversión
Finalmente, se debe tener en cuenta la flexibilidad de conversión con ambos subtipos. Las monedas inflacionarias se pueden convertir fácilmente en tipos deflacionarios, ya que todo lo que se necesita es realizar una quema, una reducción a la mitad u otros procesos similares. Esto restringirá automáticamente el suministro de monedas y las hará escasas por naturaleza, aumentando el valor por unidad de cada moneda.
Lo mismo no es factible con los proyectos deflacionarios, ya que ya tienen topes y límites de oferta. Como resultado, los creadores de tokens deflacionarios tendrían que emitir monedas adicionales en el mercado. Si bien esto es técnicamente posible, no tiene sentido distribuir nuevas monedas dentro del mercado de las criptomonedas de forma aleatoria. Así, las monedas inflacionarias tienen más flexibilidad para controlar su valoración y evitar escenarios de hiperinflación temporalmente.
¿Es mejor el enfoque deflacionario?
La naturaleza deflacionaria de los criptoactivos es intrínsecamente excelente para los inversores y poseedores de tokens. Este mecanismo tokenomics garantiza que los inversores obtengan el valor de su dinero a largo plazo. En igualdad de condiciones, el enfoque deflacionario debería ser infalible, lo que daría como resultado una apreciación del precio de los tokens debido a su mayor escasez. Sin embargo, rara vez todo es igual, ya que el panorama de las criptomonedas es excepcionalmente volátil y sufre importantes oscilaciones de precios.
Si bien la tokenomics deflacionaria funciona de manera eficaz, muchos otros factores podrían disminuir la valoración general de la moneda. El ejemplo más destacado es Bitcoin, considerado principalmente deflacionario debido a su oferta limitada y al evento de reducción a la mitad (halving) que se lleva a cabo cada cuatro años. A pesar de su creciente escasez, el valor de Bitcoin ha caído espectacularmente en los últimos cinco años, pasando de una valoración de 70.000 dólares al precio actual de 37.000 dólares.
El método deflacionario no debe analizarse por sí solo, ya que el valor de los tokens criptográficos depende de muchas otras variables, incluida la volatilidad del mercado, las regulaciones, la demanda pública agregada y las utilidades simbólicas tangibles. Las tácticas deflacionarias son solo un engranaje en la máquina expansiva que dicta los precios de las criptomonedas. Sin embargo, generalmente es una estrategia favorable si el proyecto criptográfico tiene como objetivo fomentar las inversiones y las tendencias bajistas hacia sus monedas.
¿Deberías Invertir en Tokens Deflacionarios?
Como comentamos previamente, el hecho de que los tokens sean deflacionarios podría no justificar su apreciación gradual. Muchas monedas deflacionarias no han logrado este objetivo en los últimos años. Lo cierto es que la mayoría de las industrias criptográficas siguen siendo demasiado volátiles para facilitar adecuadamente la tokenomics deflacionaria. Si bien este mecanismo funciona en la práctica, varios factores económicos, políticos y regulatorios podrían compensar en gran medida la métrica apreciada.
Por lo tanto, un token supuestamente deflacionario podría perder valor, yendo en contra de las expectativas del entusiasmo de los inversores. Otro factor importante es la manipulación humana. Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las monedas deflacionarias están diseñadas para ofrecer oportunidades de inversión lucrativas. No están construidas para ser utilizadas para comprar bienes y servicios. Por lo tanto, el objetivo de comprar monedas deflacionarias es su rendimiento potencial en los siguientes períodos.
Naturalmente, los traders y los inversores “ballena” están animados a impulsar artificialmente los precios en su dirección favorita, ya que potencialmente podrían obtener beneficios lucrativos de ello. Por lo tanto, las monedas deflacionarias con frecuencia pueden ser víctimas de diversos esquemas de manipulación que afectan el equilibrio orgánico de la oferta y la demanda del mercado. Si bien el crecimiento y la maduración de la industria de las criptomonedas ciertamente disminuirán estos riesgos, el clima actual sigue siendo muy incierto y volátil en este aspecto.
Conclusión
La tokenomics deflacionaria es excelente para el mercado de las criptomonedas si se aplica y utiliza correctamente. Este método garantiza una apreciación gradual del precio de un token determinado, lo que permite a los inversores tener expectativas confiables sobre los criptoactivos que deciden mantener. Sin embargo, es fundamental recordar que otros factores, como la volatilidad de las criptomonedas, diferentes crisis económicas, medidas drásticas regulatorias, etc., podrían compensar los efectos deflacionarios. Por lo tanto, si estás considerando invertir en criptomonedas, la tokenomics deflacionaria no debería ser el único factor decisivo para tu elección final.
Preguntas Frecuentes
¿La deflación es buena para las criptomonedas?
La deflación es principalmente buena para los poseedores de criptoactivos, ya que aumenta el valor de cada criptomoneda. Sin embargo, la deflación también podría tener efectos adversos dentro de la industria, haciendo que los mercados se vuelvan menos líquidos y disminuyendo los volúmenes de trading.
¿Cuáles son los beneficios potenciales de los tokens deflacionarios?
Los tokens deflacionarios generalmente aumentan de valor con el tiempo. Por lo tanto, las monedas deflacionarias son excelentes opciones de inversión para los inversores en criptomonedas. Sin embargo, es importante analizar de cerca otras partes de la criptomoneda además de su naturaleza deflacionaria.
¿Qué tokens criptográficos son deflacionarios?
BTC es a la vez inflacionario y deflacionario. Sin embargo, el límite de distribución final de 21 millones de monedas y el evento de reducción a la mitad cada cuatro años inclinan el token BTC hacia un estado deflacionario. Otros ejemplos notables son Binance coin, Tamadoge y XRP.